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martes, 10 de febrero de 2009

"CAT STREET" No es solamete un shojo mas!



Yoko Kamio, la reputada autora de “No me lo digas con flores” o " Chicos antes que flores", regresa de la mano de Planeta DeAgostini con una aventura de ocho volúmenes sobre jóvenes que han perdido su camino.

“Cat Street” narra la historia de Keito Aoyama, una reputada actriz infantil que cayó en desgracia cuando tenía nueve años. Desde entonces su mundo se ha reducido a su habitación, durante siete años no ha conocido nada más allá de esas paredes, temerosa de salir de la oscuridad en la que se ha sumergido y de la sociedad, mostrándose arisca con las personas. El síndrome hikimori.

Un día, durante un solitario paseo, una serie de circunstancias le hacen cruzarse con dos personas que cambiarán su vida para siempre y la llevarán hasta El Listón. El Listón es un colegio especial. Allí acuden estudiantes a los que la vida les ha tratado mal y son incapaces de enfrentarse a la sociedad. El Listón representa la segunda oportunidad.

Una vez allí, sus siete años no vividos se desarrollan ahora a la velocidad de un torbellino. Keito conoce por primera vez la amistad verdadera. Rei Saeki, el extraño chico que la condujo hasta el colegio, un antiguo as del fútbol con un don nato y un carácter muy peculiar; Momiji Noda, una gothic lolita llena de virtudes que los demás no ven por los prejuicios a su aspecto; Kôichi Mine, inteligente y frío, un genio de los ordenadores y de las máquinas que jamás muestra sus sentimientos. Ellos se convertirán en los pilares de Keito en su viaje de vuelta a la luz.

Gracias a su apoyo, Keito consigue enfrentarse día a día con la rutina y empieza a vivir de nuevo. Por primera vez en su vida será realmente feliz. Retoma las relaciones con su familia y es capaz de abrirse a los demás. ¿Pero qué pasará cuando la vida siga su imparable camino y Keito tenga que despedirse de esta etapa de su vida?

A través de los ojos de Keito el lector vivirá sus aventuras y desventuras, tan cercanas como reales, que facilitan hasta tal punto su identificación con ella que recreará sus mismos sentimientos.

El dibujo de Yoko Kamio es simple pero efectivo. El trazo limpio y el equilibro en el empleo de las tramas es lo que caracteriza su trabajo. Aunque los detalles escasean y se percibe una carencia de fondos, la trama es tan absorbente que apenas tiene importancia.

“Cat Street” no es un simple shôjo del montón. Es una reflexión moral acerca de la sociedad y el sentimiento de sentirse aceptado, de encajar en el mundo que te rodea, y de los absurdos prejuicios que construyen las personas como defensa contra lo que no entienden o no quieren entender y de superarse a uno mismo como persona. De crecer y madurar.

Quizá no sea una historia tan dura como otros shôjos que han llegado a tierras españolas, también tiene su punto cómico. Pero el manga que presenta Yoko Kamio es una tragedia. Una tragedia tan realista que basta con abrir la ventana y observar para comprobar que lo que está narrando no es un problema lejano que ocurre al otro lado del mundo. Está ocurriendo ahora, al otro lado de la calle, incluso en la propia casa. Y que para sentirse identificado con Keito no hace falta haber pasado siete años encerrado en una habitación. Para encerrarse en un cajón bajo llave no es necesaria una habitación.

Al fin y al cabo, hay gatos callejeros por todas partes.

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